PROCEDIMIENTOS

OTOPLASTIA

La Otoplastia es la cirugía que reposiciona y da una nueva forma a la oreja para aportarle una apariencia más agradable (una posición adecuada, más pegadas a la cabeza, o un tamaño más reducido). Las orejas han crecido casi completamente a los 4 años, así que a partir de los 4-6 años puede realizarse. No obstante, esta cirugía también puede realizarse en adultos.

Una separación excesiva de las orejas puede originar complejos y disminuir su autoconfianza ya desde la infancia. En caso de querer mejorar este aspecto, tanto por motivo estético como psicológico, éste es el procedimiento que requerirá.

Cirugia y Anestesia.- La Otoplastia se realiza en el quirófano, dentro de una clínica u hospital. El procedimiento se realiza en régimen ambulante, es decir, se podrá ir a su casa el mismo día del procedimiento. Se empleará anestesia local asociada a sedación para que el paciente esté tranquilo durante el procedimiento.

No obstante, en caso de ser niños menores de 8 años puede que sea necesaria la anestesia general si éstos se muestran intranquilos. Una otoplastia suele durar aproximadamente 1 hora.

La técnica de Otoplastia empleada dependerá del problema concreto. Generalmente se realiza una pequeña incisión en la parte posterior de la oreja para exponer el cartílago auricular. Después se esculpe el cartílago dando una nueva forma a la oreja pudiéndose emplear puntos internos para mantener la nueva forma.

Así, la cicatriz resultante de la otoplastia queda disimulada detrás de la oreja.

La mayoría de los pacientes, niños y adultos, se encuentran bien a las pocas horas de la cirugía, por lo que podrán irse a su casa por la tarde. Se coloca un vendaje alrededor de la cabeza nada más finalizar la cirugía.

Es importante seguir las instrucciones respecto al uso del vendaje, sobre todo por la noche. Las orejas pueden doler un poco los primeros días, pero se alivia fácilmente con medicación.

La mayoría de los adultos vuelven al trabajo a los 5 días de la cirugía; los niños vuelven al colegio en unos 7 días, siempre y cuando tengan cuidado con las actividades físicas.

Un pequeño porcentaje de pacientes pueden desarrollar un hematoma, que se disuelva espontáneamente o que precise drenaje.

Ocasionalmente, puede producirse una infección del cartílago; su tratamiento consiste en la administración de antibióticos orales.